El poder del ahora: Una guía para la iluminación espiritual

Título: El poder del ahora: Una guía para la iluminación espiritual

Autor: Eckhart Tolle

Páginas: 156

Precio: Tapa blanda 9,50 € / Versión Kindle 6,65 €

Resumen:

El problema que sufre actualmente la humanidad está profundamente arraigado en la mente, en nuestra errónea identificación con ella. Nuestra tendencia a tomar la ruta de menor resistencia sin estar plenamente abiertos al momento presente crea un vacío y la mente, ligada al tiempo, compensa ese vacío proclamándose la dueña. Tomar consciencia sobre el funcionamiento y patrones de nuestra mente nos lleva a la liberación de la misma y nos permite suprimir el concepto de tiempo, restar poder al ego y reunirnos con nuestro verdadero ser. Nuestro destino final es volver a conectar con lo que somos en esencia y expresarnos desde esa realidad extraordinaria, que solo existe en el aquí y ahora.

  1. No eres tu mente

La mente es el mayor obstáculo para la iluminación, simplemente eres.

  1. ¿Qué es la iluminación?

La iluminación es un estado de conexión con algo que es esencialmente tú y, sin embargo, es mayor que tú. Es encontrar tu verdadera naturaleza más allá del nombre y de la forma. La incapacidad de sentir esta conexión crea la ilusión de percibirte a ti mismo como un fragmento aislado del Ser. De dicha percepción se construye el ego, del cual derivan todo tipo de conflictos, ya sean internos, ya sean externos. Tu esencia, al estar conectada con el Ser, en realidad no puede tener experiencias ligadas con la concepción dualista; el Ser no admite conflicto alguno, constituye una unidad perfecta, armoniosa.

  1. ¿A qué nos referimos con el Ser?

El Ser es la Vida Una, eterna y omnipresente. Este concepto no está por encima del nacimiento y de la muerte, sino que va más allá: es la simple existencia, que se escapa del sentido de lo finito. Su esencia es invisible e indestructible y es imposible formarse una imagen mental del Ser, puesto que no se puede percibir a través de los sentidos, incluyendo en estos la mente pensante.

La identificación del Ser con la mente crea una pantalla opaca de conceptos y dicha identificación hace que el pensamiento se vuelva compulsivo fabricando un falso yo por la mente: el ego. Esta noción de ti mismo conlleva el caer enfermo, pues crees que tú eres tu mente y la escuchas en detrimento de la verdad que te susurra tu ser. El paso vital en tu camino hacia la iluminación es aprender a no identificarte con tu mente. En este sentido, la afirmación de Descartes “Pienso, luego existo” es errónea; precisamente, el autor de este libro, Eckart Tolle, nos plantea la existencia como algo anterior y superior al pensamiento humano.

  1. ¿Qué es tu mente?

Tu mente o pensamiento es un instrumento, una herramienta. Está ahí para ser usada en una tarea específica que necesite el razonamiento lógico. El problema es que nos hemos vuelto adictos al pensamiento porque estamos identificados con él. Si nos deshacemos de este pensamiento compulsivo, dejamos de acrecentar el ego –el cual hemos dicho que es una identidad falsa que hemos construido, que nada tiene que ver con nuestro ser– y eso nos hace pensar en la muerte de nuestra personalidad.

Sin embargo, esta mente pensante nunca puede encontrar una solución y tampoco puede permitir que des con ella, porque ella misma es parte intrínseca del problema. Recuerda que cuando hablamos de la mente no nos referimos únicamente al pensamiento, ésta incluye también las emociones y las pautas de reacción.

  1. ¿Qué es emoción?

La emoción surge en el punto donde el cuerpo y mente se encuentran, es la reacción del cuerpo a la mente, el reflejo de la mente en el cuerpo. Suele ser un patrón de pensamiento ampliado y con una gran carga energética, de ahí que al principio no resulte fácil mantener la presencia necesaria para observarla.

  1. ¿Quién es ego?

El ego es tu actividad mental y sólo puede funcionar mediante el pensamiento constante. Ego es tu falso yo creado por una identificación inconsciente con la mente.

  1. Pensamiento vs consciencia

Pensamiento y consciencia no son sinónimos. El pensamiento es un aspecto menor de la consciencia, pues no puede existir sin ella, mientras que la consciencia no necesita del pensamiento.

  1. El cuerpo-dolor

El cuerpo-dolor es la sombra proyectada por el ego que teme a la luz de tu consciencia. Su supervivencia depende de que sigas identificándote inconscientemente con él.

  1. El miedo

No evitas meter la mano en el fuego porque tengas miedo, sino porque sabes que te quemarías. No necesitas tener miedo para evitar peligros innecesarios. El estado de miedo psicológico está divorciado de cualquier peligro real e inmediato.

  1. El tiempo es ahora

Date cuenta de que el momento presente es lo único que tienes.

  1. ¿Qué es el ahora?

Observa cómo tu mente le pone una etiqueta a cada momento vivido y cómo ese proceso de etiquetar es un continuo juicio que crea dolor. Mientras no seas capaz de acceder al poder del ahora, todo dolor emocional que experimentes dejará tras de sí un residuo de sufrimiento que permanecerá en ti.

  1. El tiempo psicológico

Tu situación de vida puede estar llena de problemas, pero averigua si tienes algún problema ahora, no mañana o dentro de 10 minutos ¿Tienes algún problema ahora? Así podrás recuperar el ahora.

  1. El estado de presencia

El secreto de la vida es morir antes de morir y descubrir que no hay muerte. El estado de presencia no es lo que crees que es. No puedes pensar en la presencia, la mente no puede entenderla. Entender la presencia es estar presente. Cuando te haces consciente del Ser, lo que en realidad ocurre es que el Ser se torna consciente de sí mismo. Y ese acto por que el Ser toma conciencia de sí mismo es la presencia.

  1. La verdadera naturaleza del espacio y del tiempo

Antes de que el universo llegara a ser, antes del big bang, no había un enorme espacio vacío esperando ser llenado. No había espacio porque no había ninguna cosa. Sólo estaba lo NO Manifestado, el Uno. Cuando el Uno se convirtió en las diez mil cosas, el espacio pareció presentarse permitiendo la existencia de la multiplicidad. El espacio no es algo, de modo que nunca fue creado.